Si caminar descalzos es un placer, hacerlo por la arena de la playa es ya un placer elevado a la tercera potencia. Sentir la arena entre los dedos y dejarnos mojar por el agua sin fuerza de las olas en la orilla, resulta uno de los regalos más geniales para nuestros sentidos.
#8 caminar descalzos por la arena.
#8 caminar descalzos por la arena.
Comentarios
Publicar un comentario