CONSEJOS PARA TENER LA CITA PERFECTA A SOLAS
Texto de Patricia
Puentes.
Ni con tu pareja sentimental, ni con tus amigos, ni con tu familia, ni
siquiera con tus compañeros de trabajo... te proponemos que pases
unas horas a solas y te contamos cómo depurar el arte de la cita contigo
mismo. Un experto en coaching y una psicóloga nos dan consejos para
pasar unas horas perfectamente satisfechos y sin más compañía que la
propia.
Ir al cine a ver esa película sobre una septuagenaria japonesa que hace los
mejores pastelillos rellenos de pasta de judías rojas, atreverse a probar de
una vez esos dumplings de cerdo cocidos que tanto te llaman la atención, poner el despertador bien temprano para ir a ver el amanecer
o simplemente dar un paseo acompañado por esa playlist que Spotify ha
diseñado sólo para ti. Olvídate de intentar tener que convencer a alguien para
que lo haga contigo y atrévete a hacerlo en solitario. Reserva un par de
horas en tu apretada agenda y dedícate un poco de tiempo para tener la cita
perfecta. Lo mejor de todo es que ni siquiera tienes por qué sentirte
melancólico o solo al hacerlo.
“La cuestión es cómo lo haces. Si vas
a un restaurante y estás muy concentrado en tus sentidos, esa es la forma de no
sentirte solo: concentrándote en aquello que estás comiendo, en el olor, el
sabor”, nos dice Artur Vericat, experto en life coaching y
director del Institut Coach.
“Además, si eres una persona curiosa, un restaurante por ejemplo es un sitio
donde observando aprendes muchísimo”.
Para acabar de desmontar el mito de
que un libro o una revista son la compañía perfecta para disfrutar de un ágape
a solas, Vericat nos habla de la mindfulness o conciencia plena.
“(Consiste en) estar muy atento a tus sentidos, hagas lo que hagas.
Mientras estás comiendo es mejor tener una relación muy íntima con aquello que
estás haciendo”.
Y sí, eso también incluye (excluye más
bien) a tu preciado a inseparable teléfono inteligente. Es mejor ignorarlo en
tus citas personales. “La cuestión es no hacer dos cosas a la vez y estar
muy en el presente. Si estás comiendo, tienes que tener la sensación de que
estás comiendo. A veces estamos leyendo o lo que sea y ni siquiera sabemos lo
que hemos comido”, explica Vericat.
La psicóloga y counselor Sandra
Martinez-Rovira está de acuerdo en cuanto a lo de prescindir del móvil en
determinados momentos. Ella, por ejemplo, aconseja no mirarlo durante los
trayectos de un viaje en coche o tren, “para poder disfrutar del camino,
que al final es lo más importante del viaje”.
Martinez-Rovira nos da otra forma de
enfrentarnos al desafío de la cita a solas: yendo al cine o al teatro.
“No necesitas tener con quien hablar ni que nadie te mire”, nos explica.
“Además es algo potente, no hay que ir en chandal. Te puedes poner guapa,
cómoda pero atractiva”. Martinez-Rovira insiste además que a veces es más
fácil acabar viendo la película que más nos apetece de este modo que si
tenemos que consensuar la elección con un grupo de amigos cuyos gustos pueden
ser muy dispares.
CONOCERSE A UNO MISMO
“A veces podemos estar acompañados de
mucha gente y nos sentimos solos y este viaje implica todo lo contrario,
sería buscar un espacio en el que te sientas completamente acompañado por ti
mismo”, reflexiona Martinez-Rovira sobre los beneficios de la cita a solas. “Tienes
que tomar consciencia de quién eres y poderte dar satisfacciones con aquello
que quieres”.
Y, aunque la psicóloga reconoce que la
cita a solas puede requerir un punto de atrevimiento, también aconseja que
encontremos una fórmula de practicarla con la que nos sintamos cómodos. Para
ella dar un paseo junto al mar, ir a caminar con una música que nos ayude a
conectar emocionalmente, sentarse en una terraza a leer el periódico o ir a probar un restaurante mexicano o indio al que nadie más parece querer ir
son buenas formas de tener estas citas personales.
Una sencillez de planteamiento con la
que Vericat está de acuerdo. El coach insiste que debemos conseguir objetivos
ecológicos. “Hay gente que dice: 'Quiero viajar sola'. Y eso está muy bien,
pero si me voy el primer día a la India del Sur o a Sri Lanka... Sí, he estado
un mes solo pero a lo mejor me ha salido una piedra de los nervios que he
pasado. Vete primero de Barcelona a Masnou a ver cómo te sientes”.
Para Vericat ir a ver el amanecer,
observar el vuelo de un pájaro, hacerse un masaje o irse a una biblioteca a leer
son algunas de las pequeñas cosas de las que se pueden disfrutar en perfecta
soledad.
MENOS ES MÁS
Y, si para ambos es básico encontrar
momentos casi a diario para dedicárnoslos a nosotros mismos y tener
minicitas personales, también es cierto que estos profesionales del
bienestar le dan más importancia a la calidad que a la cantidad de ese tiempo.
“No se trata de la cantidad de cosas
que hagas ni lo que pueda dar de sí una hora, sino de que aquello que hagas
sea lo que tú quieras. Suena obvio y no lo es”, explica Martinez-Rovira,
que añade que no solemos dedicar tiempo a pensar en aquello que queremos hacer
realmente y estamos acostumbrados a ser bombardeados por estímulos externos.
“Hay gente que se agenda tiempo
para sí misma diariamente. Quedo conmigo mismo o conmigo misma porque sino
a veces ya sabemos lo que pasa, al final me olvido”, nos dice Vericat a su vez,
que admite que debemos aprender a reconocer esos momentos a solas como una
oportunidad de celebración.
“Montaigne decía que los humanos
sólo estaremos bien cuando podamos estar en una habitación solos, sin hacer
nada”, añade el coach. Y es que la cita a solas puede consistir simplemente
en pasar algunos minutos de soledad buscada con nosotros mismos.
En esta misma línea, Martinez-Rovira
insiste que no debemos tenerle miedo a aburrirnos. “El aburrimiento pueden ser
muchas cosas. Puede ser no actuar, pero puedes estar construyendo muchas cosas
dentro: divagando, fantaseando, soñando, sintiendo... Puedes estar en un
estado casi de parálisis porque estás en casa en un sofá o en la cama y estar
construyendo”.
La psicóloga nos recomienda terminar
el día preferiblemente a oscuras y en la cama haciendo un análisis sobre
cómo han ido las cosas. “Repasar el día, cómo ha ido, qué te llevas de hoy, qué
querrías para mañana, qué te ha hecho sentirte bien y qué te ha hecho sentirte
mal. Es un pequeño cierre que nos permite crecer y no quedarnos estancados
en el día a día”.
Comentarios
Publicar un comentario