Cuando nos duchamos, además de sentirnos limpios, nuestro cuerpo se queda como nuevo, pareciera que se nos recargaran las energías de un plumazo. Cuando nos duchamos, nos perfumamos y salimos a la calle desprendemos juventud y vitalidad. Yo añadiría que dedicarnos un rato a nosotros mismos, a nuestro cuerpo, hidratarnos la piel, cepillarnos el pelo... todo aquello que reconforta nuestro exterior y que si lo cuidamos repercute directamente a nuestro interior.
Pequeño gran placer en dedicarnos a nuestro cuerpo físico y notarlo...
#57 salir de casa con nuestro cuerpo físico "a punto".
Pequeño gran placer en dedicarnos a nuestro cuerpo físico y notarlo...
#57 salir de casa con nuestro cuerpo físico "a punto".
Comentarios
Publicar un comentario